viernes, 10 de agosto de 2012

Después de atrasar su lectura durante un año entero, por miedo de que la saga no continuara por parte de la editorial Alfaguara, me decidí a comenzar con la novela de inmediato. Y simplemente me ha enamorado. Soy un gran amante de los vampiros, tanto de los llamados "originales" a las más curiosas innovaciones, pero lo cierto es que los vampiros de Richelle Mead me han sorprendido gratamente. Lo admito: al principio andaba un poco perdido con ellos, pero con el paso de las páginas me he ido acostumbrando y al final me han enamorado. Me han parecido simplemente fenomales, muy originales. A lo largo de la novela aparecen una gran cantidad de personajes, entre los que destacan Rose-oh, my godness. Pedazo protagonista, con un buen par de ovarios, sí señor-, Lissa y el fantástico e impresionante Dimitri. Me han encantado los fantásticos diálogos que hay entre ellos, son simplemente alucinantes: chispeantes, divertidos e inteligentes. Con una trama maravillosa, donde las páginas pasan volando casi sin darse cuenta, estoy deseando leer sus continuaciones que parece ser que mejora con cada entrega. Si todavía no has leído esta serie, deberías plantearte hacerlo lo antes posible. Lectura obligatoria, sin duda.

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